

Desde su domicilio en Constitución, donde cumple prisión domiciliaria, Cristina Fernández de Kirchner reapareció este miércoles con un mensaje para la militancia que se reunió en el Parque Lezama. En su alocución, advirtió que “nunca habíamos tenido este grado de dependencia” del FMI desde el golpe de 1955 y se mostró alarmada por la magnitud de la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional.
Durante su intervención, la expresidenta subrayó que “lo que atraviesa hoy la Argentina no es simplemente un ajuste, ni una crisis pasajera: es un problema estructural” y anticipó que los vencimientos de capital e intereses del próximo periodo serán responsabilidad “de los próximos dos gobiernos”. Estas palabras se emitieron frente a una multitud que la escuchó en silencio, bajo un sol invernal, durante la conmemoración del Día de la Independencia.
La exmandataria hizo un llamado urgente a la política: “Hay que resolver, no patear las cosas para adelante. Hay que ponerse a trabajar con cabeza, corazón y coraje”, y enfatizó la necesidad de “organizarse para que la Patria no se termine de entregar”.
El cierre de su mensaje combinó cautela y desafío: advirtió que, de no encarar este endeudamiento, “somos boleta” y convocó al peronismo a acompañar y reencontrar la autonomía económica que, según ella, se está perdiendo