

El gobernador de la Provincia de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, declaró que considera “un error” el que desde Nación no prorroguen el decreto que desde principios de año redujo de manera transitoria los Derechos de Exportación (DEX) de productos agropecuarios. Debido a esto, desde el próximo 1 de julio regresaría el esquema anterior de retenciones para el sector.
“Es no mirar al interior productivo de la República Argentina. Todo lo que se genera en el campo debe quedar en los pueblos y en las ciudades del campo fundamentalmente. Los gringos, los trabajadores, no se llevan la plata al exterior, no la ponen en cuentas offshore, no la ponen en criptomonedas. Invierten absolutamente todo lo que ganan en tecnología para poder producir más, o en poner en ladrillos en las ciudades, con lo cual estoy convencido que si esta política no cambia, si no se eliminan las retenciones o si no se prorroga la medida vigente, realmente el gobierno nacional se va a equivocar y va a cometer un gravísimo error”, indicó este jueves el mandatario santafesino.
Además continuó: “Necesitamos no solo que se mantenga el esquema de baja de retenciones, sino que se eliminen las retenciones, pero también que tengamos una política en donde nosotros cuidemos a la industria. La apertura de nuestro país tiene que ser estratégica e inteligente, pero siempre cuidando los puestos de trabajo”.
Gustavo Puccini, el ministro de Desarrollo Productivo de la provincia, retomó las declaraciones y pidió al Gobierno Nacional que “se pueda sostener esta baja de la alícuota de retenciones para seguir incentivando al campo a invertir”.
El funcionario destacó que con la vuelta de las retenciones, “los productores santafesinos van a perder 227 millones de dólares”, y que esto es “plata que se va y no vuelve ni en arreglo de rutas nacionales, ni en terceros carriles de autopistas ni en grandes obras logísticas o de infraestructura energética”.
En el mismo sentido, Puccini finalizó con una recuperación del aporte de Santa Fé: “Un dato: durante 2024, los productores agropecuarios santafesinos transfirieron más de 2.000 millones de dólares al Estado nacional en términos de retenciones, un impuesto que no es coparticipable y que no generó ningún beneficio para nuestro entramado productivo, ya que no volvió en obras ni quedó en manos de los propios productores. Si vuelven las retenciones al esquema anterior, donde el poroto de soja tenía un 33 %, y la harina y el aceite pasa de nuevo al 31 %, se va a reducir significativamente la capacidad de pago de la industria y la exportación, con un lógico impacto en los precios del mercado”.