

El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, anunció esta mañana que la Fuerza Aérea destruyó el “cuartel general de seguridad interna” de Irán, al que definió como “el principal brazo represivo del dictador iraní”, en el marco de la ofensiva que se inició el 13 de junio pasado. Según fuentes militares, el ataque forma parte de un plan más amplio que ya alcanzó más de 1.100 objetivos en territorio iraní.
Katz sostuvo que “seguiremos dañando los símbolos del régimen y atacando al régimen de los ayatolás en todas partes”. Además, afirmó que estos golpes estratégicos muestran cómo “colapsan las dictaduras” al destruir sus estructuras de control interno.
El ataque representa una novedad: busca impactar no solo en capacidad militar o nuclear, sino también en la red de represión interna de Irán, responsables del monitoreo y amedrentamiento de disidentes. En ese sentido, analistas apuntan que este tipo de objetivo marca una nueva fase en la estrategia militar israelí, al apuntar directamente contra el aparato de seguridad civil del régimen.
Hasta ahora, Irán no se ha pronunciado directamente sobre la destrucción del cuartel, aunque fuentes oficiales condenaron previamente los ataques a otras instalaciones como la radiotelevisión estatal, calificando estos bombardeos como “crímenes contra la humanidad” y advertencias de posibles represalias.