

El pasado domingo fueron las elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires, en las que el vocero presidencial, Manuel Adorni, fue el más votado y consiguió 11 bancas, aunque en simultáneo se registró la participación ciudadana más baja de los últimos años: sufragó nada más que el 53% del padrón electoral.
Estos datos son contradictorios a la cualidad “nacional” que se trató de instalar sobre estas elecciones, no solo con el discurso, también con Javier Milei y Macri presentes en los actos de campaña, poniendo su imágen al frente de los partidos.
Jorge Macri, gobernador de CABA, se pronunció sobre el tema y habló de una frustración desde el partido porque se priorizó “el debate nacional, la voluntad de darle un apoyo al presidente en el rumbo que lleva”.
El 46,7% de los porteños no fueron a votar, este dato se suma al 49% que no participó en Chaco, el 35% de Jujuy, y el 40% de San Luis y Salta. Se habla así de un fenómeno que se da a nivel país que no se veía hace muchos años, la baja participación ciudadana en las elecciones parece estar contagiándose provincia a provincia, pero aún así los legisladores del partido ganador festejaron.
La legisladora del Fit-U Vanina Biasi, resaltó: “El dato central de la elección de la Capital fue el histórico ausentismo que llegó al 46,7% del padrón electoral, profundizando una tendencia marcada ya por las elecciones en Salta, Jujuy o Chaco. Esta abstención histórica se produjo en una elección que concitó durante un mes la atención de todos los medios nacionales, y donde se involucraron directamente dirigentes nacionales, incluido el propio presidente de la Nación. Es una expresión confusa de una población defraudada por los gobiernos que se vienen sucediendo”.
Por otro lado, tal vez un factor a tener en cuenta, mientras los candidatos esperaban resultados, una parte de la ciudad se encontraba atrapada ante el barro y las rutas inundadas, después del temporal del viernes y sábado.