sábado 12 de julio de 2025 - Edición Nº2411

Voces | 14 may 2025

Columna

La generación que no se resigna


"Si la política fuera solo el arte de lo posible, sería el arte de la resignación". Con esa claridad que lo caracterizaba, Raúl Alfonsín señalaba el riesgo de una política quieta, sin ambición transformadora ni voluntad de incomodar. Esa advertencia resuena con mucha fuerza en una generación que elige no resignarse y se organiza. La lista de Evolución para las elecciones legislativas de 2025 en la Ciudad de Buenos Aires es, en muchos sentidos, una respuesta concreta a ese llamado.

El frente electoral conformado por la Unión Cívica Radical (UCR), el Partido Socialista (PS), Generación para un Encuentro Nacional (GEN) y ciudadanos independientes, cuenta con una edad promedio de 29 años, lo que la convierte en la lista más joven del escenario político porteño. Pero no se trata solo de una cuestión demográfica. Encabezada por Lucille “Lula” Levy (29 años, contadora, licenciada en Administración, consejera superior de la Universidad de Buenos Aires y expresidenta de la Federación Universitaria de Buenos Aires) y Facundo Cedeira (30 años, presidente de la UCR de la Comuna 9 y dirigente deportivo del Movimiento Juvenil Xeneize), lo fresco de esta propuesta no son los nombres, sino la forma de entender y ejercer la política. Sus integrantes no llegaron para ocupar lugares, sino para desafiar las lógicas de la vieja política. Frente a la gerontocracia que muchas veces ha dominado a la arena política -incluso a nuestro partido-, esta generación aporta vocación transformadora, formación técnica, militancia territorial y, sobre todo, convicciones democráticas.

 En un contexto donde el desgaste institucional y la desigualdad se profundizan, la Ciudad necesita nuevas respuestas. Y lo que se ofrece desde el oficialismo porteño va en sentido contrario. En la gestión de Jorge Macri, todo lo que funcionaba bien en la Ciudad hoy funciona mal. Y lo que marchaba de forma errada, hoy funciona peor o directamente no existe. La descentralización está paralizada, los servicios públicos se deterioran, las políticas de juventud están ausentes y la planificación urbana se limita al Corredor Norte.

Las propuestas del espacio radical parten de lo urgente: mejorar la vida cotidiana. Se plantea eximir del ABL a los alquileres inferiores a un millón de pesos y permitir que los vecinos ejerzan un control ciudadano sobre la recolección de residuos; es decir, que las empresas valoradas negativamente queden inhabilitadas para renovar la concesión, promoviendo así mayor responsabilidad y eficiencia en el servicio.

En materia de seguridad, cada vez más presente como preocupación, se impulsará la creación de paradas seguras en colectivos, subtes y trenes en los puntos donde el mapa del delito indique mayor riesgo.

En salud y educación, las propuestas son, por un lado, retrasar el horario de ingreso escolar para adecuarlo al reloj biológico adolescente, con el fin de mejorar el rendimiento y reducir el estrés; y, por otro, lanzar una aplicación pública de salud mental que organice la demanda urgente y derive rápidamente, garantizando atención inmediata.

Por último, el espacio pone el foco en revitalizar el Microcentro porteño mediante el plan “Mudate al Microcentro”, que convertirá la zona en un barrio joven con servicios a 15 minutos, a través de créditos blandos para comercios, alojamiento universitario accesible, garantías estatales y una agenda cultural permanente.

En tal sentido, los candidatos de Evolución no vienen a repetir diagnósticos armados en consultoras tercerizadas. Tampoco a repetir el discurso que escriben los nuevos arquitectos de la comunicación política. Son personas que viven y trabajan en esta Ciudad, estudian en sus universidades, viajan en transporte público, alquilan en condiciones cada vez más hostiles, conocen los vacíos del sistema de salud y la falta de vacantes en las escuelas. Desde esa experiencia cotidiana construyen su compromiso público. Con propuestas que no nacen del marketing, sino de enfrentarse a los mismos problemas que cualquier vecino de la Ciudad.

Esta lista no es solo un recambio, es una apuesta política. Recupera lo mejor de la tradición radical, pero no se aferra a ella como un recuerdo: la proyecta hacia adelante con nuevas ideas, nuevas prácticas y nuevos liderazgos. También es un proyecto que apuesta decididamente a la construcción colectiva, prueba de ello es la integración con el PS, el Gen y los independientes. Es una alternativa sólida frente a un oficialismo que perdió el rumbo y frente a una política que muchas veces se limita a administrar la resignación.

Frente al cinismo y la apatía, esta nueva generación elige no resignarse. Y entiende, como Alfonsín, que si la política se reduce a lo posible, se convierte en el arte de no cambiar nada. Estos jóvenes están acá para cambiar todo lo que haga falta, empezando por cómo se hace política en la Ciudad de Buenos Aires.
 


 

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