

Apenas pasaron tres días desde su fallecimiento, y el legado espiritual del papa Francisco ya ofrece un nuevo y conmovedor testimonio. En un texto inédito que verá la luz este jueves, el pontífice argentino dejó una reflexión sobre el final de la vida que, leída hoy, adquiere un carácter profético y conmovedor.
“La muerte no es el fin de todo, sino el comienzo de algo. Es un nuevo inicio”, escribió en el prólogo del libro “En espera de un nuevo comienzo. Reflexiones sobre la vejez”, del cardenal Angelo Scola, arzobispo emérito de Milán.
El texto fue fechado el 7 de febrero y será publicado oficialmente el 24 de abril por medios italianos, aunque ya fue parcialmente adelantado por agencias vaticanas. En sus líneas, el Papa reflexiona sobre el tránsito a la vida eterna:
“La vida eterna, que quienes aman ya experimentan en la tierra en las ocupaciones cotidianas, es el comienzo de algo que no terminará”.
En otro tramo del escrito, se detiene en la vejez, a la que define no como una etapa de declive, sino como un tiempo de valor y sabiduría:
“No debemos tener miedo a la vejez. Decir ‘viejo’ no significa ‘ser desechado’... Decir viejo, en cambio, significa decir experiencia, sabiduría, conocimiento, discernimiento, reflexión, escucha, lentitud… ¡Valores que necesitamos desesperadamente!”.
El mensaje cierra con una invitación a mirar los últimos años de la vida con humildad y gratitud:
“Incluso la vejez se convierte en una edad de vida si acogemos con gratitud el tiempo en que disminuyen las fuerzas y aumentan los signos del cansancio”.
Estas palabras, escritas por Jorge Mario Bergoglio, se transforman ahora en su última enseñanza escrita, una despedida serena y luminosa de quien dedicó su vida a predicar el amor, la paz y el perdón.