

El Gobierno habilitó a las prepagas a aplicar aumentos diferenciados en sus planes de salud, una medida que busca fomentar la competencia en el sector y evitar que los afiliados a planes más económicos subsidien a los de mayor costo.
La decisión quedó oficializada a través del Decreto 102, publicado este lunes en el Boletín Oficial, que introduce modificaciones en el esquema de actualización de cuotas de las empresas de medicina privada.
Hasta ahora, las prepagas debían ajustar sus tarifas de manera uniforme para todos sus afiliados, independientemente de las diferencias en prestaciones y prestadores dentro de sus planes. Con la nueva norma, podrán fijar aumentos en distintos porcentajes según las características de cada cobertura.
Además de la flexibilización en los aumentos, el decreto establece que el valor de los planes para personas de mayor edad no podrá superar el triple del precio de los más jóvenes. También se ratificó que las prepagas no podrán rechazar afiliados por razones de edad, garantizando el acceso sin restricciones tanto para nuevos clientes como para quienes ya forman parte del sistema.
Desde diciembre de 2023, cuando el Gobierno de Javier Milei emitió el DNU 70, las empresas de medicina prepaga fueron liberadas de la regulación estatal en la fijación de precios, lo que provocó fuertes incrementos en las cuotas durante los primeros meses de 2024.
En febrero, el Decreto 171 dispuso que las subas debían aplicarse de manera uniforme dentro de cada prepaga, lo que ahora quedó sin efecto con la nueva normativa.
Según el Ejecutivo, la medida apunta a impulsar la competencia en el sector, ya que la prohibición de diferenciar precios perjudicaba a los afiliados con planes más accesibles, que terminaban financiando los costos de los planes premium.
Otro cambio reciente en el sector de la salud llegó a fines de enero, cuando el Gobierno eliminó la triangulación de los aportes de trabajadores en relación de dependencia y monotributistas, permitiendo que estos fondos sean utilizados directamente para el pago de las prepagas, sin intermediación de las obras sociales sindicales.
Se espera que, con estos cambios, las empresas de medicina privada reduzcan el porcentaje de actualización de sus cuotas, ya que tendrán menos costos administrativos y mayor flexibilidad para fijar sus precios.