

En medio de la expectativa del Gobierno de Javier Milei por definiciones clave en el Senado, el bloque del PRO renovará este miércoles su conducción. Alfredo De Angeli será proclamado como nuevo presidente de la bancada, en reemplazo de Luis Juez, quien formalizará su salida en un encuentro con Mauricio Macri.
La nueva conducción también contará con Martín Goerling Lara como vicepresidente. La decisión fue consensuada dentro del bloque y se terminará de oficializar en una reunión interna.
El recambio en la conducción del PRO en el Senado se da en un momento clave, con el Gobierno libertario a la espera de respaldo legislativo para su agenda, que incluye la eliminación de las PASO y el tratamiento de otras leyes en el período de extraordinarias.
Sobre este tema, De Angeli expresó cautela: “Veremos cómo llega el proyecto”, aunque remarcó que el debate "debe darse dentro del partido y con los diputados".
En cuanto a su nuevo rol, sostuvo que su liderazgo se basará en la "defensa de la democracia y la institucionalidad", y destacó que el bloque acompañará las iniciativas del Gobierno “siempre que sean en beneficio de los argentinos”.
Por su parte, Luis Juez confirmó que su salida responde a un cambio natural y descartó cualquier pase a La Libertad Avanza o su posible postulación a la presidencia provisional del Senado.
"Tuve el año pasado un alto protagonismo y siento que ese protagonismo requiere ceder para que otros puedan hacerlo con mayor inteligencia. No está bueno atornillarse en los cargos", afirmó.
El senador cordobés ya había adelantado su decisión semanas atrás, luego de manifestar su malestar por la falta de apoyo interno en la votación que terminó con la expulsión de Edgardo Kueider.
El encuentro del martes contó con la participación de los ocho senadores del PRO: De Angeli, Goerling, Carmen Álvarez Rivero (Córdoba), Victoria Huala (La Pampa), Andrea Cristina (Chubut), Beatriz Ávila (Tucumán) y Guadalupe Tagliaferri (Ciudad de Buenos Aires, de manera virtual).
El cambio de liderazgo en el bloque marca una nueva etapa en la relación del PRO con el oficialismo de Milei y abre interrogantes sobre el rumbo del partido en la Cámara alta.