El Gobierno Nacional, bajo la administración de Javier Milei, anunció una nueva ola de despidos en el marco de su política de revisión trimestral de contratos estatales. Según el vocero presidencial, Manuel Adorni, esta medida forma parte de un esfuerzo por optimizar la eficiencia del sector público, con un énfasis particular en la eliminación de contratos que no cumplen con los estándares establecidos.

El Hospital Nacional Profesor Alejandro Posadas se convirtió en uno de los focos de esta campaña, con la baja de 88 contratos que, según el Ministerio de Salud, estaban vinculados a irregularidades graves. Entre estas se destacan el incumplimiento reiterado de horarios, un elevado ausentismo laboral, y el cobro desmedido de horas extras que alcanzaban sumas millonarias mensuales. Según un informe filtrado, estos pagos adicionales podrían haber llegado a los 566 millones de pesos mensuales durante la gestión anterior.

La decisión generó una ola de críticas por parte de los gremios como ATE y la CICOP, quienes argumentan que muchos de los despedidos son profesionales con décadas de experiencia y que la medida afectará gravemente la capacidad de atención del hospital, crucial en la zona oeste del conurbano bonaerense y reconocido nacionalmente por su complejidad y referencia médica.

"Esto es un ataque directo a la salud pública. Están despidiendo a médicos especialistas y personal clave en momentos donde la demanda es alta y los recursos ya son escasos", afirmó Luis Sucher de la CICOP. Además, denuncian que los despidos incluyen a delegados sindicales, lo cual consideran una violación de los derechos gremiales y laborales fundamentales.

Por su parte, desde el Ministerio de Salud se defendieron las decisiones tomadas, argumentando que las medidas eran necesarias para salvaguardar el funcionamiento eficiente del hospital y que las acciones fueron respaldadas por auditorías internas que documentaron las irregularidades detectadas.